22.11.09

La isla de las flores. Jorge Furtado (1989)

¿Es posible remover las conciencias desde una perspectiva irónica, mordaz, casi cómica y hacerlo además rayando la crueldad?
Jorge Furtado desde su documental “La isla de las flores” lo consigue. La sucesión de imágenes que acompañan a una narración que parece dirigida a niños, por lo básico de esta, no hacen más que potenciar el efecto ridiculizante hacia nuestra sociedad actual y las bases sobre las que se asienta. Quizá porque las cosas que nos impactan son las que no nos dejan indiferentes (pese a que a veces no nos descubran nada nuevo) y el hecho de conseguir ese impacto en una sociedad anestesiada, entre otras cosas, por el exceso de información-desinformación, es todo un logro.

A través del “ciclo vital” de un tomate nos va conectando con el entramado de la sociedad de consumo, sus desfases e incongruencias. Uno no puede menos que ser brutalmente consciente de la ceguera que sufrimos; no somos capaces de asimilar la íntima relación entre el trinomio “la Tierra-yo-el otro” y su interdependencia. Dudo del orden que deberían seguir los dos últimos elementos del trinomio… ya que la escisión y el abismo en esta relación no es algo nuevo y me lleva a preguntarme una vez más…¿qué es primero, yo o el otro? Y vuelvo una y otra vez a su indisociabilidad.

Pero retomando el argumento del documental y enlazándolo con las conclusiones a las que se llega después de navegar por la web recomendada Consume hasta morir, se hace evidente la relación entre el consumismo criticado en el documental y la publicidad (llena de imágenes; tema central de esta segunda parte). Esta se encarga de generar individuos deseantes que mantengamos vivo ese consumismo y por ende uno de los pilares de la economía actual.

El consumo ya no es una acción basada en la cobertura de necesidades básicas (comprar tomates y carne), si no que se convierte en una carrera hacia la satisfacción de esos deseos generados a través de la publicidad (los perfumes que vende Ana) y que a su vez satisfacen los deseos de las grandes empresas que generan esos productos: deseos de lucro.

Con todo esto, nosotr@s, como futuros educadores/as sociales, no deberíamos llevarnos las manos a la cabeza al ver documentales como los de Jorge Furtado, sino comenzar a orientar nuestro trabajo hacia el imprescindible objetivo de educar hacia una visión crítica, que aporte herramientas que permitan aislar la información de la desinformación, de la intoxicación, en relación a los nuevos ámbitos (y los ya existentes) en los que se da la comunicación (sea unilateral o bilateral).
A veces una pequeña acción puede ser el punto de partida hacia un gran cambio.
Actúa local, piensa global.

El título del post está enlazado al documental en cuestión, para el que no lo haya visto.

1 comentario:

Vivian dijo...

Hola guapa, buen comienzo, yo no sabía ni lo que era un blog... y poquito a poquito lo estoy "montando", me gusta como te expresas,y es verdad, el aleteo de una mariposa en Japón, puede crear un huracán en el Pacífico.
Espero que si, que estas pequeñas cosicas nos lleven aa nuestros sueños,
Un besiko desde Cartagena,
Vivian